Directivo no familiar: cómo elegirlo
En la selección de los posibles candidatos conviene tener en cuenta, además de las cualidades profesionales y de experiencia habituales para cualquier directivo de vértice, los siguientes aspectos:
- La empresa familiar debe suponer un reto profesional atractivo para un buen candidato. Debe tener una cultura de crecimiento y desarrollo capaz de generar retos y oportunidades, y estar vocacionalmente abierta a la incorporación y durabilidad de buenos directivos no familiares.
- Es importante estar dispuesto a contar con la participación activa y reconocida de los directivos no familiares a la hora de tomar cualquiera de las “grandes decisiones”, alimentando siempre en ambos sentidos el binomio clave “confianza-lealtad”.
- Asegurarse de que el estilo de dirección y los valores del directivo no familiar son compatibles con la cultura de la empresa y de la familia propietaria.
- El estilo de dirección del directivo no familiar debe estar también vocacionalmente abierto a la cultura de la empresa familiar.
- Con carácter general, es siempre recomendable empezar por buscar el candidato dentro de la propia empresa. Si existe el candidato adecuado, suele resultar mucho más motivador, como toda promoción interna.
- La decisión de la incorporación de este candidato debe ser previamente aceptada y consensuada sinceramente por los miembros de la familia desde el órgano de gobierno correspondiente, para evitar frustraciones y fracasos posteriores.
- Es muy importante que el proceso de selección y evaluación de los candidatos (internos y externos) sea lo más objetivo posible. Para ello es muy importante elegir los sistemas adecuados dentro del Consejo de Administración, y conviene contar con la ayuda y objetividad que pueden aportar los consejeros externos, o algún asesor externo experto en la materia.
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