El Grupo Osborne, dos siglos apostando por la calidad y la marca España

¿Sabías que el Grupo Osborne tiene su origen en el siglo XVIII y lo creó un empresario de Exeter (Gran Bretaña)? Sin embargo, la marca siempre ha estado asociada a la gastronomía andaluza. Su fundador, Thomas Osborne Mann, se instaló en Cádiz, donde se asoció con la empresa vitivinícola Lonergan & White. Allí también conoció a sir James Duff, cónsul británico en la zona y que, junto con su sobrino, William Gordon, tenía un almacén de vino gaditano que Osborne empezó a exportar. El 1772, año de origen de sus soleras de vino de Jerez, se considera el inicio de la empresa familiar.
A continuación se hace un repaso de los principales acontecimientos que han marcado la historia de esta compañía jerezana. Se puede consultar el caso completo en el libro 100 familias que cambiaron el mundo.
- La creación de la marca Osborne
Thomas Osborne se casó en 1825 con Böhl de Faber, hija de Juan Nicolás Böhl de Faber, apoderado de la casa Duff Gordon y cónsul de Alemania. El matrimonio residía en El Puerto de Santa María, donde tuvo cinco hijos. Al morir su suegro en 1836, Thomas Osborne se hizo cargo de la marca Duff Gordon y su hijo Tomás Osborne Böhl de Faber heredó el negocio Osborne y lo dirigió durante las últimas décadas del siglo XIX.
El siglo XX y la tercera generación de la familia marcaron un cambio estratégico en la compañía, que se desmarcó completamente de la empresa Duff Gordon, centró sus esfuerzos en el mercado nacional y comenzó a distribuir con su propio apellido. Nacía así la marca Osborne. El repentino fallecimiento de Tomás Osborne Guezala en 1935 llevó a su hijo a heredar el nuevo negocio (cuarta generación). En la década de 1930, la empresa incorporó el brandy a su catálogo de productos como forma de dar salida al excedente de vino de Jerez.
- El nacimiento de Toro de Osborne y la consolidación de la marca
La cuarta generación familiar transformó la empresa en una sociedad anónima y apostó por el crecimiento y la diversificación de su oferta de productos. Los Osborne lograron afianzar sus marcas de brandy (Tres Ceros y Veterano) en el mercado nacional gracias a importantes y acertadas campañas de publicidad. En esa línea, en 1956 nació El Toro de Osborne y, poco después, la valla de carreteras más famosa de España. La silueta del toro alcanzó tal popularidad que en 1994 fue reconocida bien cultural y artístico.
En las décadas de 1960 y 1970 la compañía se consolidó nacional e internacionalmente. En 1972 Osborne creó su propia comercializadora y distribuidora, la primera creada por un grupo bodeguero. Esta innovación les permitió romper con el enfoque tradicional de la distribución y dar un paso hacia la integración vertical que aseguró la rentabilidad de la compañía jerezana.
- Una apuesta por la diversificación
A partir de ese momento, la empresa apostó por compaginar el crecimiento endógeno con el exógeno, a través de la compra de diversas empresas que le permitieron fortalecer su capacidad productiva y diversificar su oferta de productos. Con esta estrategia, los Osborne pretendían garantizar la sostenibilidad de la empresa frente a las amenazas externas, especialmente por la evolución de la demanda, la aparición de competidores y, sobre todo, de productos sustitutivos. En esta línea, Osborne compró en 1973 las Bodegas Montecillo en La Rioja; Anís del Mono (Badalona), en 1974; y participó en la sociedad Jonás Torres y Cía., de la que más tarde adquirió el cien por cien, transformándola en Bodegas Osborne Tomelloso (La Mancha). La compañía dio también el salto a los mercados internacionales, abriéndose a Portugal y México.
Por otra parte, la empresa apostó por diversificar su producción y se adentró en nuevos sectores como la alimentación y la restauración. Hoy es propietaria de Sánchez Romero Carvajal Jabugo, de la marca Mesón Cinco Jotas, de una finca en Malpica de Tajo (Toledo) donde elabora vinos tintos con la denominación de Vinos de la Tierra de Castilla y de unas instalaciones en Ribera del Duero donde se crían y envejecen los vinos Osborne Selección. En 2002 Osborne entró en el accionariado de Solán de Cabras, productor de aguas minerales y zumos, una operación que obligó a la creación del hólding Grupo Osborne, controlado por la familia. En 2011, le vendió la marca al Grupo Mahou-San Miguel.
Gracias a su capacidad de adaptación, la empresa supo anticiparse a la crisis económica mediante la reorganización y la simplificación de su estructura. En 2008 se fusionaron redes comerciales con la creación de un área de bebidas y un área de ibéricos. Un año después, la familia comenzó a explotar la marca Toro de Osborne mediante la comercialización de productos oficiales.
- Propiedad familiar, liderazgo internacional
En la actualidad, el grupo continúa siendo en su totalidad propiedad de la familia fundadora, con más de 270 miembros accionistas que delegan sus funciones en los diez miembros de la familia que componen el consejo de administración. Desde 1996, la sexta generación de la familia lleva las riendas de la compañía. Osborne cuenta con una plantilla de 800 trabajadores, de los cuales solo cuatro, además de los miembros del consejo, pertenecen a la familia propietaria.
En 2012 el Grupo Osborne obtuvo un beneficio de 32,5 millones de euros. A pesar de la fuerte diversificación de sus productos, Osborne mantiene en todos ellos su imagen de calidad, vinculada a la gastronomía andaluza. Aunque la marca está muy vinculada al territorio español, hoy la empresa comercializa más de la mitad de su vino en el extranjero y goza de una posición consolidada en mercados clave como Estados Unidos, China y países emergentes
Para saber más:
- El libro 100 familias que cambiaron el mundo, de Josep Tàpies, Elena San Román y Águeda Gil López, publicado por la Fundación Serra. Descargar e-book.
- Un caso de éxito: el Grupo Osborne. Cuatro reflexiones para empresarios familiares
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