Planificación sucesoria y fideicomiso
El caso que se expone a continuación es ficticio, aunque se inspira en situaciones reales. Para preservar la confidencialidad, se han alterado todos los nombres y las actividades.
Caso preparado por Pilar Pérez Valenzuela, alumnae del IESE (PDG-2018) y experta en temas jurídicos de empresa familiar.
Caso 3: Luis Martínez: TUBOSYMAPAS S.L.
Luis Martínez había conseguido adquirir la totalidad de capital social de “TUBOSYMAPAS, S.L.”, una empresa que años atrás había constituido con antiguos compañeros de trabajo con los que había coincidido en una empresa del sector, que ahora era su principal competidor.
Luis siempre comentaba que “las oportunidades se presentan cuando se presentan y hay que saber aprovecharlas, aunque ello implique asumir mayores riesgos”.
La posibilidad de adquirir la totalidad del capital social de “TUBOSYMAPAS, S.L.” apareció justo en el momento en el que Luis, junto con su esposa, acababan de firmar un préstamo de cuantía muy relevante para la construcción una casa en una prestigiosa zona de Madrid (el sueño familiar).
Fueron unos años difíciles, pero con esfuerzo, constancia, perseverancia y dedicación salieron adelante posicionando TUBOSYMAPAS, S.L como una sociedad líder y referente en su sector.
La incorporación de la segunda generación
Luis y Marisa, casados, tenían tres hijos: Marcos, casado y con dos hijos; Julia, soltera, y Marta que vivía en pareja muy cerca de sus padres.
Julia era diplomática, por lo que cambiaba constantemente su residencia, si bien Madrid era su lugar de retorno; Marta era médico de vocación y Marcos había seguido la estela de su padre.
Marcos se incorporó a la empresa familiar con treinta años, tras finalizar sus estudios de administración y dirección de empresas y pasar algunos años en otras empresas internacionales. Ninguna de sus hermanas había prestado nunca atención ni tampoco tenía ningún interés en la empresa familiar. Sin perjuicio de ello, eran una familia sólida y unida.
Planificando la sucesión
Luis se planteó la necesidad de empezar a trabajar en la planificación de su sucesión y, aunque el traspaso de funciones en la empresa familiar en favor de su hijo fue sencillo, puesto que fue rodado, le preocupaba cómo organizar la transmisión de la propiedad de TUBOSYMAPAS, S.L. Tenía muy claro que la propiedad de la empresa familiar debía ser para Marcos, pues era su sucesor natural y quien le había ayudado a posicionarla y a dotarla del prestigio del que actualmente disfrutaba.
A Julia y a Marta les quería dejar el resto de patrimonio del que disponía, compuesto por inmuebles y activos financieros, además de obligar a Marcos a pagar a sus hermanas una cantidad de dinero en compensación de los resultados no distribuidos acumulados en la empresa familiar en los últimos cinco años.
No obstante, había un tema muy concreto que le preocupaba: si dejaba la empresa familiar a Marcos, ¿cómo podía regular que Marcos trabajara para conservar la propiedad de la empresa familiar en favor de sus hijos o, en su defecto, de sus hermanas? ¿Debía simplemente confiar en que esta sería la voluntad de Marcos, o existía alguna manera de impedir que Marcos donara o dejara en herencia la empresa familiar en favor de personas distintas de sus hijos o sus hermanas?
¿Te has encontrado o conoces a alguien que se haya encontrado en la misma situación que Luis? ¿Crees que es acertada la preocupación de Luis por preservar la empresa familiar en las siguientes generaciones, o consideras que debería confiar en la voluntad de su hijo y despreocuparse de este tema? ¿Qué le recomendarías a Luis?

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DESENLACE DE LA SITUACIÓN PLANTEADA
Luis Martínez se enfrentaba a un dilema habitual para los fundadores: confiar la empresa a sus hijos, con la preocupación de que éstos trabajen para preservarla en favor de la siguiente generación de nietos.
Consensuar y escribir la cultura, los valores y la misión de la empresa, así como fortalecer el vínculo de unión y el sentimiento de orgullo y pertenencia son esenciales para fomentar una voluntad de conservación de la empresa familiar para las siguientes generaciones. No obstante, no debe perderse de vista que el destino final de la propiedad de la empresa familiar en el momento de fallecimiento de sus socios (de Luis y de Marcos a futuro) quedará regido por su respectivo testamento o por la ley, en defecto del primero.
La dificultad práctica que en este supuesto planteaba utilizar la figura del testamento en TUBOSYMAPAS S.L. (la ley sucesoria de Luis y de Marcos no permitía otras formas de ordenar su sucesión) eran sus particulares características de negocio jurídico unilateral, personalísimo y revocable, lo que implicaba que su otorgante (en su caso Marcos) podría modificarlo cuantas veces considerara.
En el caso de Luis se buscaba una figura jurídica que le garantizara, en alguna medida, que al fallecimiento de Marcos la empresa familiar iría a favor de los descendientes de Luis, y que Marcos no podría donarla en favor de personas ajenas a la familia consanguínea, sin dejar la empresa familiar a la suerte de confiar que Marcos así lo haría en ausencia de su padre.
Después del preceptivo análisis se concluyó que la herramienta más adecuada para regular la sucesión de Luis era el fideicomiso. Esta figura permitiría a Luis regular, desde su propio testamento (el que controlaba): (i) las facultades dispositivas de Marcos en vida y (ii) el destino de las participaciones de la empresa familiar en el momento del fallecimiento de Marcos, con independencia de cual fuera el contenido de las disposiciones sucesorias recogidas en el testamento de Marcos.
Y así lo hizo Luis: ordenó un fideicomiso de residuo sobre las participaciones que legaba en favor de Marcos, y en concreto decidió y así lo dispuso: (i) que Marcos pudiera vender en vida la empresa familiar (en caso de necesidad o de oportunidad), (ii) que Marcos pudiera donar la empresa familiar en vida únicamente a favor de los descendientes de Luis y (iii) que al fallecimiento de Marcos, la empresa familiar (si hubiera dispuesto de ella en vida) pasaría a los descendientes de Luis, por aplicación del testamento de Luis y no de Marcos. De esta manera, dentro de los límites legales y con el sentido práctico requerido por el dinamismo de una empresa o negocio, se pudo dar respuesta a las preocupaciones y a la voluntad de Luis.
Como vamos viendo cada mes, lo importante en cada caso concreto es conocer las necesidades de la familia y de la empresa para identificar la figura o figuras jurídico-fiscales que mejor se adapten a las circunstancias particulares del supuesto. En el caso de Luis Martínez fue el fideicomiso de residuo, en el próximo trataremos una realidad muchas veces olvidada en la práctica: la incapacidad sobrevenida de los socios. ¡No te lo pierdas!
Alfedo Sanfeliz dice:
Gracias Pilar,
Yo dejaria escritos y consensuados unos principios, valores y mision de la empresa y unas filosofias que dieran oportunidad a las hermanas o los hijos de estas para retomar la empresa si Marcos quiere deshacerse de ella. Pero en ningun caso estableceria limitaciones, prohibiones estrictad etc que se prolonguen en el tiempo sin contemplar la evolucion de las personas y las circunstancias. Cuidaria de no hipotecar la vida de Marcos mas de la cuenta.
Pilar Pérez Valenzuela dice:
Alfredo, muchas gracias por tu comentario.
Comparto plenamente tu visión en cuanto a lo importante que es tener consensuados unos principios, valores, una misión y una filosofía en la empresa familiar, así como el apunte relativo a que a la hora de limitar las facultades de Marcos tenemos que ser muy prudentes para evitar que nos encontremos con efectos contrarios a los esperados.
La semana que viene veremos qué herramienta jurídica podríamos utilizar en supuestos como el planteado y que nos permitiría controlar el destino del patrimonio familiar sin hipotecar en demasía la vida de Marcos (como apuntas).
Un abrazo