Sociedad mercantil capitalista (con ánimo de lucro) cuyo capital social se encuentra dividido en acciones.

Los titulares de las acciones, que pueden ser tanto personas físicas como jurídicas (los llamados accionistas), no responden con su propio patrimonio de las deudas sociales siempre que la Sociedad esté legalmente constituida

Las Sociedades Anónimas deben constituirse en escritura pública e inscribirse en el Registro Mercantil para la adquisición de su plena personalidad jurídica. El capital social mínimo para su constitución es de sesenta mil (60.000) euros.

Se suele afirmar que las sociedades Anónimas son sociedades “abiertas” porque la regla general en cuanto a la transmisión de sus acciones es la libertad de transmisión, salvo que los estatutos sociales establezcan lo contrario.